Los tonos/reflejos policromáticos del sol mediterráneo cuando se pierde en la inmensidad del mar, el Olimpo que asoma por el horizonte infinito y las aguas turquesas del golfo de Tesalónica que resplandecen desde las alturas/el reflejo de las aguas, la sombra de las murallas que os hacen viajar en el tiempo antes de que caiga la noche; os enamoréis perdidamente con la magia de los atardeceres de Tesalónica y las emociones inundarán vuestro cuerpo/os inundarán cuando el sol abandona la ciudad.
No es casualidad que esté considerada como la ciudad más romántica de Grecia; de hecho, en Tesalónica han nacido grandes historias de amor.
Podréis contemplar desde numerosos lugares cómo el precioso atardecer va atravesando toda la ciudad. No tenéis más que comprobar a qué hora es la puesta de sol y ¡a disfrutar de las vistas!